Sin duda uno de nuestros los descubrimientos y verdaderos lujos de esta temporada ha sido colaborar con nuestros amigos de Tarannà Luxury Travel, una empresa dirigida por profesionales que cuidan de los detalles sin olvidar a las personas. Porque la perfección en el trabajo es importante, pero la humanidad y la empatía deben prevalecer siempre y son infinitamente más importantes.
También sin duda, ha sido una agradable sorpresa descubrir el talento literario de nuestro querido Fernando Román, responsable de Tarannà Luxury Travel: ¡un hombre de mundo y un auténtico poeta!
Nuestra sección se va de vacaciones de verano dejándonos el paraíso en las manos y regresará en septiembre; gracias amigos por esta estupenda colaboración: pasad un feliz verano...¡y hasta muy pronto!
EL PAÍS DEL BOSQUE NUBOSO
Costa Rica es en sí un lujo, basta con pisar el país para sentir lo maravilloso y único de un pueblo que ha sabido preservar el legado natural, puro, virgen, inalterado, para las generaciones presentes y futuras.
Pero nos habían contado que viajar por Costa Rica era referirse también a pequeños alojamientos de madera, de dudosa calidad o a alojamientos de cadenas americanas de un estándar medio. Los que buscaban un lugar único, de una calidad superior, no encontraban un hotel de lujo al nivel de otros destinos.
En nuestra luna de miel teníamos claro que queríamos recorrer Costa Rica, pero no nos resignábamos a acabar el viaje en un simple hotel de playa. Después de pasar increíbles días por el “país del bosque nuboso”, por Monteverde, el volcán Arenal, Río celeste y sus lugares escondidos, Cahuita, Caño Negro y tantos otros lugares que ya tenemos grabados en nuestra memoria, deseábamos un broche de oro.
Nos dejamos llevar por la gente que sabe del país y acertaron, como siempre.
Kura Design Villas son seis suites situadas en una ladera, cerca del Parque Nacional Marino Ballena, llamado así por las ballenas jorobadas que visitan estas costas.
Pero, además del lujo y del impactante diseño, es un alojamiento ecológico, en armonía plena con la naturaleza desbordante de Costa Rica. Su piscina es de agua salada y libre de químicos, la energía proviene de paneles solares y el agua de lluvia se recicla.
Cada una de las villas, de un dormitorio, es acristalada y rodeada de vegetación, con vistas al mar en el horizonte.
En lugar de un restaurante hay una sala de estar al aire libre, junto a la piscina, con una especie de beach-bar ambiente. Su piscina, arrebatadora, dispone de un sistema de sonido bajo el agua y de inmensas tumbonas de las que deseamos no levantarnos nunca.
Porque somos viajeros y amamos los lugares vírgenes, mezclarnos con el medio y sus gentes, porque si no, este alojamiento hubiera sido una irresistible tentación para no moverse jamás de él...
Con el paraíso en la pantalla de nuestro ordenador e infinitas ganas de visitarlo os deseamos un feliz fin de semana...
No hay comentarios:
Publicar un comentario