Los novios podrían pagar multas millonarias si hay una inspección o ocurre un accidente o imprevisto en su boda, y el proveedor en cuestión no tiene los permisos necesarios o no cumple con todos los requisitos legales para ejercer.
Si hay un Wedding Planner este sería responsable solidario al 100% de la multa por no haberlo comprobado siendo su obligación como organizador de la boda.