Hoy me gustaría hablaros de lo que puede ocurrir cuando coincide una final muy importante de fútbol de tu equipo favorito (Liga, Champions, Mundial...) con tu boda y cómo solucionarlo.
En los 13 años que llevo organizando bodas ha sido más de una vez la que nos ha ocurrido esto y trabajando principalmente en Barcelona, que el Barça esté en una final de Liga, Champions o en un derbi Barça-Madrid no es nada difícil. Y si no, para muestra un botón lo que ha ocurrido este sábado pasado, donde jugaba la final de la Champions el Barça y los novios a los que le organizábamos la boda eran del Barcelona pero no forofos, por lo que la boda continuó igual que estaba prevista y quien quiso escuchar lo que ocurría en la misma, se llevó unos auriculares. Por supuesto, que la victoria se celebró por todo lo alto durante la disco. Por cierto, aprovecho para felicitar al Barça por su doble triplete (ya que estamos... jajaja) aunque no pudimos ni verlo ni disfrutarlo...
¿Qué ocurre cuando llevas más muchos meses diseñando a medida tu boda junto con tu Wedding Planner y resulta que pocos meses antes de la misma te enteras que coincide con una final en la que juega tu equipo de fútbol favorito?
Como ya hemos adelantado, para los novios que no son muy seguidores del fútbol, el partido no sería un problema y la boda seguiría igual que antes de que coincidieran las fechas. Pero ¿y si los dos novios son muy forófos? o peor aún ¿y si uno de ellos lo es y el otro no? A nosotras nos ha ocurrido de todo y aprovechando que me llamaron y grabaron la semana que pasada la emisora de radio RAC1 (minuto 8:53) para hacerme esta pregunta, he decidido hacer un post hablando de ello pues al final sólo salió unos segundos de los totales que di.
Para no hacer interminable este post y contaros todos los casos cuya resolución ha sido diferente, porque cada pareja de novios es totalmente distinta y sus circunstancias también, os hablaré del caso más extremo que nos tocó solucionar hace años cuando el sábado 28 de mayo de 2011 el Barça quedó finalista junto con el Manchester de la Copa de Europa y teníamos una boda ese día organizada con un año de antelación y llena de detalles y sorpresas.
En esta ocasión resulta que el novio, su familia directa y todos sus amigos que eran muchos eran súper forofos del Barça y siempre iban a todos los partidos que podían o se reunían en casa de alguno de ellos para verlos y disfrutarlos juntos. En cambio, la novia no era de aquí y ni ella, ni su familia ni amigos les gustaba mucho el futbol. Todo iba a la perfección hasta que el Barça queda finalista y el novio me ruega que cambiemos el montaje porque quiere instalar una pantalla gigantesca durante el banquete para que todos puedan ver el futbol a lo grande. La novia, por su parte, me suplica que no le haga caso al novio, que la boda ya está planificada como ellos querían y que el futbol no es más importante que ellos o la boda y por tanto que todo queda como está. Es decir, cada uno quería una cosa completamente contraria al otro y los dos querían que yo convenciera al otro para que cediese. Todo esto a casi 1 mes de la boda. La verdad es que pasamos momentos muy difíciles porque cuanto más se hablaba del tema, más convencido estaba el novio que quería la mega pantalla y más convencida estaba la novia que no se iba a modificar nada. Llegó un momento que la novia no pudo más y amenazó con suspender la boda si el novio le daba más importancia a un partido que a ella y a la boda que con tanta ilusión habían diseñado durante un año. Y el novio no se la creía y seguía erre que erre en su empeño. En fin, creo que me adelgacé como 5 kilos intentando que llegaran a un acuerdo. Pero cuando vi que no habría manera y ya quedaban 15 días para la boda con posibilidad de suspenderse encontré una solución que medio convenció a los dos y fue dividir la boda en dos días: la ceremonia, que era religiosa, se celebraría en la iglesia ese sábado 28 pero como era a una hora temprana no molestaba a los futboleros. A continuación de la misma, en el claustro de la iglesia, se celebró un pequeño cóctel para todos los que habían asistido a ceremonia y para los futboleros y todos aquellos que querían ver la final, se les habilitó unos autocares hasta un bar musical de Barcelona donde se había instalado una pantalla gigante y sofás muy cómodos y se les reservó especialmente para ellos (eran más de 100 personas) con bebidas y comida para que pudieran seguir el partido cómodamente, con la promesa que al acabar el partido volverían a sus casas y lo celebrarían al día siguiente. Y el domingo, se celebró el banquete y todo lo demás que estaba previsto para el sábado noche, se celebró al mediodía en la misma finca que habían reservado para el sábado, y para que los invitados no tuvieran que comprarse 2 vestidos de gala (el dress code de la boda original era gala), el banquete y baile fue con dress code informal, todos de blanco aunque aparecieron muchas banderas blaugranas y la fiesta terminó hasta bien entrada la madrugada.
Fue una solución que convenció a los dos novios e invitados, les costó bastante más dinero por ser en dos días, pero al final todos disfrutaron de dos días de boda y fiesta por todo lo alto. Eso sí, me consta que el viaje de novios lo escogió 100% la novia y que a día de hoy, después de 4 años todavía no le deja al marido que vea con sus amigos en su casa un partido del Barça: "si fue capaz de el día de nuestra boda hacerme cambiar los planes e irse con ellos a un lugar especial para verlo, lo seguirá haciendo hasta que yo quiera. En mi casa de momento no entrarán para ver futbol". No sé cuánto le durará el "cabreo" a la novia, pero la verdad es que son muy felices y ya han tenido un precioso niño que se llama Leo y que desde el minuto uno fue socio del Barça.
¿Qué os pareció nuestra solución? ¿Qué hubierais hecho vosotras en el caso de ser la novia?
Más anécdotas creo que en un libro....
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