Casi todos los novios hoy en día tienen este pensamiento en su cabeza, pero a la hora de materializarlo se les hace cada vez más difícil pues a veces el poco tiempo libre que tienen les impide seleccionar los proveedores como quisieran. Y al final, tienen que quedarse con lo que encuentran y con las condiciones que éstos les imponen.
Y es que en España, y sobre todo en algunas comunidades como Madrid o Cataluña, están a la orden del día las llamadas “exclusividades”, esto es, limitaciones a la hora de contratar proveedores que determinados espacios imponen a los novios para celebrar allí su boda. Y estas limitaciones se traducen en una lista de proveedores “en exclusiva” que obliga a los novios a contratarlos sin posibilidad de elegir a otros.
Iglesias, Hoteles, Restaurantes, Espacios Singulares,… muchos de estos espacios tienen estas listas y los novios no pueden hacer más que, si quieren casarse en ellos, o bien escoger a los proveedores impuestos o bien, en algunos casos, pagar un "canon" para poder contratar a otro proveedor distinto, siendo a veces este canon casi tan elevado como el mismo coste del proveedor que se quiere contratar.
Pero, ¿tienen derecho estos espacios a “imponer” la contratación de determinados proveedores a los novios? ¿tienen derecho a cobrar un “canon” por no contratar lo que ellos imponen?
Es perfectamente entendible que los espacios quieran asegurarse que van a trabajar en ellos verdaderos profesionales y que no les van a crear ningún problema. Pero eso no tiene que servir de excusa para imponer nada a los novios. Para eso ya existen las listas de proveedores “recomendados” con las que se facilita a los novios que van perdidos la tarea de la búsqueda, proporcionándoles el contacto de aquellos proveedores que previamente ya han trabajado allí o que conocen de su trayectoria profesional. E incluso, si los novios quisieran traer a otros, se les podría exigir que previamente dichos proveedores vayan a hablar con ellos y a conocer el espacio, para comprobar su profesionalidad y experiencia.
Es perfectamente entendible que los espacios quieran asegurarse que van a trabajar en ellos verdaderos profesionales y que no les van a crear ningún problema. Pero eso no tiene que servir de excusa para imponer nada a los novios. Para eso ya existen las listas de proveedores “recomendados” con las que se facilita a los novios que van perdidos la tarea de la búsqueda, proporcionándoles el contacto de aquellos proveedores que previamente ya han trabajado allí o que conocen de su trayectoria profesional.
Por eso no entendemos, como Wedding Planners de bodas "a medida" que somos, que a día de hoy todavía existan estas “exclusividades” que limitan la personalización de una boda y que sobretodo limitan la “libre voluntad” de unos novios que sólo desean hacer realidad sus sueños. Será labor, por tanto, de un buen Wedding Planner asesorar desde un primer momento a los novios, sobre las ventajas e inconvenientes que tiene cada espacio, sobre si hay exclusividades o no, antes de que éstos contraten nada.
De ahí que nuestro consejo para los novios es que se aseguren, antes de escoger la iglesia o contratar cualquier espacio, que no les van a limitar su libertad de escoger imponiéndoles “exclusividades”. Y si a los novios nos les importa la existencia de las mismas, al menos que se aseguren, antes de contratar nada, de quienes son los que están en esas listas para que luego no haya sorpresas.
Por suerte, existen cada vez más iglesias y espacios que no imponen nada sino que tan sólo recomiendan. Sólo hay que saber cuáles son. Si los novios se negaran a entrar en este juego de las exclusividades, poco a poco irían desapareciendo las mismas a favor de su libertad y de una boda más “a su medida”.
Foto Exclusive Weddings
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