En Barcelona tenemos la suerte de tener un pequeño taller artesanal, que no por ser pequeño significa que no puedan hacer grandes y magníficas creaciones. Se trata de Flowers by Bornay, una firma muy especial que nació hace ya varios años dentro del ramo de la artesanía floral y decoración de bodas, y cuyo lema siempre ha sido: 'Las flores son siempre un complemento, nunca son estrictamente necesarias, pero al final, son pocos los que no las utilizan y menos los que no las recuerdan'. Y es que sus trabajos, desde los más pequeños a los más grandes, desprenden un aire tan especial, auténtico, diferente, romántico, con personalidad y único que hace que se diferencien del resto y tengan su propio sello.
Al frente de esta empresa están Joan, Fátima y Marta. El lleva el negocio avalado por varios años de experiencia en el sector floral, ellas aportan su alma y creatividad a los ramos y centros que preparan. Juntos consiguen plasmar en sus trabajos todo el mimo y la dedicación que las flores merecen. Tras una cita previa con los novios, donde escuchan y captan sus gustos, se ponen a la obra para crear un ramo o centro perfecto, absolutamente personalizado y artesanal. No hay ninguno igual porque cada pareja de novios es diferente.
Con un estilo afrancesado y vintage, Flowers by Bornay, evoca romanticismo y sensibilidad a raudales. Utilizan flores desde Holanda hasta las exóticas tierras de Sudáfrica, Tailandia y Sudamérica, sin pasar por alto al cultivador nacional. Para invierno bulbos, anémonas, jacintos, ranúnculos... y en primavera hortensias, peonias..., sin olvidar las rosas, especialmente las de tonos envejecidos y empolvados.
Sus ramos son espectaculares y no dejan indiferente a nadie por eso están en las portadas de las mejores revistas de novias e incluso en los desfiles. Cada ramo se cubre con tejidos como seda, chantilly, brocados, pasamanería, dándole ese toque tan especial que lo convierte es una pequeña joya. Porque el deseo de estos jóvenes artistas es situar el ramo al mismo nivel de expectación que el propio vestido de novia. Y sus prendidos siguen la misma línea que los ramos.
Pero es que sus centros son totalmente diferentes, rompedores, igualmente románticos y pueden ser con toques clásicos o modernos. Juegan con diferentes materiales, texturas, colores, aromas, etc. En definitiva, unos centros que acompañarán el estilo de los novios y harán que se recuerden para siempre en todas y cada una de las bodas en las que se utilicen.
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