En ocasiones, pensar en un largo viaje como algo inalcanzable
es, sencillamente, erróneo. Existen viajes exóticos que resultan tan accesibles
como otros destinos mucho más cercanos.
LA FUSIÓN DEL AGUA Y LA TIERRA
Mirábamos los gastos de
nuestra boda, los pros y los contras, consultamos en varias agencias de viajes,
hablamos con amigos expertos en viajes por muchos países. Así que, al final de
nuestras pesquisas, nos decidimos por un lugar en el que jamás habíamos pensado
antes.
Al suroeste de la India, en la
bellísima región de Kerala, se encuentran los Backwaters, la fusión entre el
agua y la tierra, una red de vías navegables, ensenadas, estuarios, lagos y
canales naturales. El mar Arábigo se funde con los ríos que van a dar a él,
creando una paisaje de inusitada belleza donde la vida local se desenvuelve con
calma y dulzura.
Después de un recorrido deslumbrante por
lugares, con nombre evocadores como Kanchipuram, Mahabalipuram, Kumbakonam,
Trichy, Pondicherry y la mística Madurai, donde nos sentimos inmersos en la
espiritualidad de este pueblo, entre los aromas del incienso que prendía en
cada rincón de sus templos. Después de sumergirnos en las selvas aun vírgenes
de Periyar, por donde merodea, esquivo, el tigre. Después de deslizarnos, por
las suaves curvas de colinas cubiertas de intensos matorrales de té, llegamos a
la tierra de los mil canales.
Los más de 900 km de vías
acuáticas han sido utilizados desde tiempos
inmemoriales para el transporte local. También para vivir sobre ellos en sus
casas flotantes.
Alguien
nos dio el mejor consejo para este viaje, que seguimos al pie de la letra: nos
alojamos en unos los barco-hotel que motean el paisaje acuático de la zona.
Elegimos uno de la cadena hotelera CGH EARTH, cuyos alojamientos de lujo
asientan su filosofía en la ecología y en el máximo respeto al entorno.
Aun nos
quedaba por llegar a Cochin para su visita y nuestro vuelo de regreso, pero la
experiencia de estas noches en nuestro barco privado, mecidos por las
tranquilas aguas de los Backwaters, se
convirtió en uno de los momentos más inolvidables de nuestra luna de miel.
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